Tras cuatro semanas sin descanso, y tres bastante duras, quizás las más duras que he hecho nunca, ayer me tocó un merecido descanso, por lo menos para mí era merecido.
Estas últimas semanas he acumulado un volumen bastante grande, han sido kilómetros y kilómetros de series largas, cortas, ritmos controlados, cuestas, rodajes largos, fraccionados, y no sólo eso, a esto hay que sumarle el tiempo invertido en el gimnasio, en la técnica de carrera, los circuitos de condición física, y alguna cosilla más que seguramente se me olvide. Ya ésta última semana mi cuerpo me pedía un respiro, y ayer domingo se lo di. A veces el descanso es lo más importante, pero nosotros pasamos de él.
Creo que llevo un buen trabajo de base, y ahora toca, poco a poco, ir corriendo rápido e ir encontrando buenas sensaciones, es difícil coger cogerlas sin competir, pero es lo que ha tocado. Los objetivos están cerca y hay que ponerse las pilas. Para ello en estas tres próximas semanas bajaremos bastante el número de kilómetros y empezaremos a ir corriendo más rápido, además de disputar dos competiciones que medirán de verdad mi estado de forma. La primera será el día 5 de febrero en Cáceres con la disputa del Campeonato de Extremadura de Campo a Través. Y la otra será la semana siguiente en Trujillo, con el Gran Premio de Cáceres. Esta última será la prueba de fuego, una carrera de nivel internacional donde habrá gente importante. La utilizaremos como una prueba test para ver como afrontamos las tres semanas siguiente de cara al primer gran objetivo del año: el Campeonato de España de Campo a Través.
Desde aquí dar las gracias a mi compañero de entreno, Enrique Paredes, por la ayuda que me está aportando. Es bastante difícil entrenar sólo, sobre todo en momentos de cansancio y en los que no hay ganas. Tener alguien ahí que te acompaña y te anima es importante. Espero que tenga suerte con sus objetivos.
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